|
FORMATO PARA PROCESOS ACADÉMICOS
|
RB – 02
Versión: 01
Fecha: abril 2015
|
ÁREA
|
POLÍTICA
|
GRADO
|
10°
|
PERIODO
|
I y II
|
DOCENTE
|
Juan José
Agudelo A.
|
GUIA N.º
|
6 y 7
|
Señor(a) Padre, Madre, acudiente: su papel es fundamental en
la estrategia de "Aprendizaje en casa". Le solicitamos que desde su
rol de cuidador realice las siguientes actividades que son básicas:
- Verifique que su hijo tiene acceso a la
guía (física o virtual).
- Fije un cronograma de estudio, siguiendo
un horario de estudio flexible pero que se realice con disciplina. Cree las
condiciones en casa para que el estudio pueda ser efectivo.
- Verifique que su hijo haga devolución
oportuna de las guías (física o virtual).
- Si es posible haga un acompañamiento de
las actividades académicas.
- Comuníquese respetuosa y oportunamente
cuando tenga dificultades, a través del blog o correo electrónico.
- Recuerde que, en el tiempo prudente,
recibirá respuesta.
INFORMACION IMPOPORTANTE DE
ESTA GUÍA.
La presente guía la vamos a
utilizar para desarrollar el taller #6 y #7. En la parte final de la guía van
a encontrar la actividad que estará dividida en dos partes, la primera parte
será para el taller #6 y la segunda parte para el taller #7.
|
TEMA: ¿QUÉ ES LA IGUALDAD Y LA DIGNIDAD HUMANA?
INDICADOR DE DESEMPEÑO: Conocer en qué consisten los
principios de dignidad humana e igualdad y sus implicaciones sociales y
políticas
Kant y la dignidad humana
Immanuel Kant (1724-1804), en sus obras “Fundamentación de la
metafísica de las costumbres” y “Principios metafísicos del Derecho”,
estableció que el hombre es un fin en sí mismo, y que, por ello, no puede ser
utilizado como un medio o como un objeto por nadie. Para Kant, “aquello que
constituye la condición para que algo sea un fi n en sí mismo (el ser humano),
eso no tiene meramente valor relativo o precio, sino un valor intrínseco, esto
es, dignidad”. No obstante, lo anterior, para Kant las mujeres y las personas
de raza negra, eran consideradas como menores de edad, de menor valor y sin
posibilidad de participar en la vida política de su comunidad.
ANALIZO
Y RESPONDO
1. ¿Por qué crees que Kant no considero
el principio de que la dignidad es un principio universal para todas las
personas? Justifica tu respuesta
LOS
PRINCIPIOS DE DIGNIDAD HUMANA E IGUALDAD
¿Qué es la dignidad?
A La dignidad es un atributo o cualidad que tienen todos los
seres humanos, que les da un valor especial y los hace importantes y
respetables por el solo hecho de ser personas, independientemente de su
posición social, de sus conocimientos, de su sexo, de su raza, de su religión,
de su riqueza o de su estilo de vida. La dignidad humana es un valor inherente
a la persona, es decir, que no es otorgado por nadie ni se puede renunciar a
ella, sino que es propio de la condición humana, por el solo hecho de existir.
El
reconocimiento de la dignidad humana
El reconocimiento del principio de la dignidad
humana siguió un largo proceso histórico hasta la concepción que se tiene hoy
en día. Desde la antigua Grecia, varios filósofos aceptaron que el ser humano
tenía un valor especial, único, que tenía su origen en su naturaleza humana. A
esta posición se le conoce como iusnaturalista*. Por otra parte, muchas
religiones también consideraron que el ser humano tenía un valor especial, pero
que era otorgado por la divinidad, por ejemplo, en el cristianismo al ser hecho
a imagen y semejanza de Dios. Sin embargo, estos principios no eran aplicados a
todas las personas y, por el contrario, muchos grupos humanos desconocían el
valor de las otras personas lo que llevó a situaciones como la esclavitud, la
guerra y los genocidios*. En ese momento la dignidad era considerada sinónimo
de relevancia social, por ello, se creía que era un valor solo para aquellas
personas que tenían un puesto de mando en la sociedad, una responsabilidad
judicial, un empleo público, o un nombre o título nobiliario. Fue con la
modernidad, y con principios como los propuestos por el filósofo alemán
Immanuel Kant, para quien el hombre era
un ser único y digno en sí mismo, que se continuó con el desarrollo del
concepto hasta reconocerse que todos los seres humanos tenían dignidad, por el
solo hecho de serlo, y que esta es un valor supremo de la humanidad.
Persona y dignidad
La dignidad es una cualidad esencial del ser humano,
inherente e inalienable* a todas las personas, que está en la base de todas sus
actuaciones y sus relaciones sociales, que hace parte de su capacidad de
determinar autónomamente su comportamiento, y que evita que la persona sea
utilizada para alcanzar fines estatales o privados, por muy importantes que
puedan parecer. El valor único, especial e irrenunciable que otorga la dignidad
humana a cada persona, también impone una obligación de respeto en las
relaciones interpersonales (respetar la dignidad de los demás), así como un
autorrespeto (respetar mi propia dignidad). Por esto, se espera que los
individuos puedan expresar sus opiniones, sean tratados con consideración y
sean libres de cualquier trato degradante o cruel, y que
se respete su vida, libertad, integridad y propiedad. En
conclusión, la dignidad humana es la base e inspiración de todos los derechos
humanos. Ser digno es ser sujeto de derechos. Respetamos la dignidad cuando
respetamos los derechos.
Dignidad y sociedad
La dignidad también se encuentra en el centro de las
relaciones sociales armoniosas. Es a partir del reconocimiento y el respeto a
la dignidad humana que en las comunidades se otorgan e imponen derechos y
obligaciones, como preceptos para la vida en sociedad. Además, el principio de
la dignidad también implica la obligación de asumir, de manera solidaria, el
desarrollo de las potencialidades presentes en la naturaleza de todo ser
humano. Así, la sociedad podrá cooperar en el desarrollo de los proyectos de
vida de las personas. Por otro lado, es preciso recordar que la dignidad humana
ha sido reconocida por la comunidad internacional como un valor jurídico, un
derecho, por lo cual debe ser protegida, exigida y promovida por todas las
personas, los Estados y los organismos internacionales. En este caso, el Estado
se limita a garantizar la dignidad, estableciendo su carácter inviolable y sin
afectar la vida de cada persona, y por otro lado, tiene la obligación de crear
unas condiciones mínimas para la realización efectiva de los derechos y las
libertades propias de una
A
La igualdad y la historia
Durante muchos siglos, se pensó que los seres humanos no eran
iguales ante las autoridades, la ley o el Estado. Durante las edades antiguas y
media, en varios sistemas monárquicos del viejo continente, se llegó a
considerar que el poder del rey provenía de Dios, y por ello aquel podía estar
por encima de las leyes y tenía una mayor protección de las mismas. Ante esta
situación, los pobres no recibían el mismo trato que los ricos, ni las mujeres
el mismo que los hombres, ni los indígenas o afrodescendientes, el que recibían
los blancos. No se aceptaba que todos los seres humanos tuvieran el mismo
valor, es decir, se negaba el principio de la dignidad humana. De nuevo fue
durante la modernidad, a partir de los principios de la ilustración y la razón,
que se dieron importantes luchas por alcanzar la igualdad ante la ley para
todos los ciudadanos. Durante la Revolución de independencia de Estados Unidos
en 1776 y la Revolución Francesa en 1789, bajo el principio de que todos los
hombres nacen libres e iguales en derechos, se eliminaron los privilegios que
tenían algunas clases sociales, (en especial la nobleza y el clero), y se
proclamó la igualdad de todos los ciudadanos.
Aunque este fue un gran avance, muchos grupos sociales como
las mujeres, los esclavos e incluso los más pobres, continuaron excluidos de
muchos derechos y libertades que otras personas habían logrado alcanzar. El
concepto siguió evolucionando hasta el siglo XX, cuando se aceptó que el
principio de igualdad impone al Estado la obligación de ofrecer un mismo trato
y protección en situaciones similares a todas las personas, sin diferencias de
sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o
filosófica. Este mismo principio también garantiza que todas las personas gozan
de los mismos derechos, libertades y oportunidades, por lo cual está prohibido
todo tipo de discriminación* y las acciones que lleven a poner a una persona o
grupo de personas, en situación de subordinación* o inferioridad frente a
otras.
La
igualdad no es un principio absoluto
El principio de igualdad no se refiere
a que todas las personas sean tratadas exactamente de la misma manera, ni que
todos deban ser iguales, en todas las situaciones. Dado que los individuos
cuentan con unas características y cualidades naturales diversas, o incluso
existen situaciones sociales, políticas, económicas o culturales
discriminatorias, es necesario que el Estado promueva las condiciones para una
igualdad real y efectiva, que corrijan las desigualdades que existen en la
realidad. Es por esto que se acepta la existencia de un trato diferenciado, sin
llegar a constituir una discriminación, siempre y cuando existan razones legítimas
y justificadas para adoptar medidas en favor de los grupos discriminados o
marginados, y para proteger a las minorías o a aquellas personas, que por su
condición económica, física o mental estén en claras situaciones de
inferioridad.
Condiciones del trato diferenciado
Bajo la idea de que la igualdad
implica el trato igual entre los iguales y el trato diferente entre los
distintos, se han establecido unas condiciones que permiten el trato
diferenciado a personas que estén en circunstancias o hechos similares:
•
Las
personas deben estar en distinta situación de hecho.
•
El
trato distinto debe tener un objetivo claro y una finalidad.
•
Dicha
finalidad debe ser razonable, es decir, que se encuentre dentro de los valores
y principios de la Constitución.
•
Debe
existir una coherencia entre la distinta situación de hecho, la finalidad que
se persigue y el trato desigual que se otorga.
•
Esa
coherencia debe ser proporcionada, para que el trato diferente no sea exagerado
frente a las circunstancias del hecho y la finalidad que lo justifican.
Lo anterior se puede entender mejor con un
ejemplo: imagina que una mujer recibe un salario inferior a un hombre, y ambos
tienen el mismo trabajo y cuentan con la misma preparación laboral. Ante la
misma circunstancia (mismo empleo) están en distinta situación (salarios
distintos). La finalidad es equiparar el salario para proteger el derecho a la
igualdad, el cual se encuentra
dentro de los principios de toda constitución democrática. El trato
diferenciado justificado, sería subir el salario sólo a la mujer para
equipáralo al de su compañero, lo cual sería coherente y proporcionado con la
situación, y la finalidad que se persigue, por lo tanto, no se estaría
discriminando al hombre.
LEO, ANALIZO Y
RESPONDO
2. ¿Crees que son necesarias las
acciones afirmativas en un país como
Colombia?
Argumenta tu respuesta
3. ¿Cómo garantiza el Estado la
igualdad entre los ciudadanos?
4. ¿Cómo se presentó el
reconocimiento de la dignidad humana? Explícalo brevemente
5. Define el concepto de dignidad
6. Explica con tus palabras el
concepto de discriminación
7. Escribe tres ejemplos en los
que se denigre la dignidad de las personas
8.Explica las diferentes
definiciones sobre el concepto de dignidad que han existido a lo largo de la
historia.
Taller
guía #7 (esta actividad se entrega para dentro de 15 días como guía #7)
9. ¿Crees que es necesario
brindar un trato diferenciado a los sectores más vulnerables? Sustenta tu
respuesta y da un ejemplo
10. ¿Cómo crees que se ve
afectada la dignidad de una persona desplazada?
11. ¿Por qué crees que las
personas tienen dignidad? Argumenta tu respuesta
12. A partir da la caricatura
responde:
- ¿Qué crees que se está representando en
esta caricatura?
- ¿Crees
que hay una relación del título de este tema con lo que representa la
caricatura? Justifica tu respuesta
13. Elaborar una caricatura o dibujo que
defina o que muestre que es para ti la dignidad humana.
14. Realiza el siguiente
crucigrama sobre la dignidad humana e
igualdad