lunes, 1 de febrero de 2021

GUÍA #1 POLÍTICA ONCE

 



 

FORMATO PARA PROCESOS ACADÉMICOS

RB – 02

Versión: 01

Fecha:  Abril 2015

ÁREA

POLÍTICA

GRADO

11° 1 - 3

PERIODO

I

DOCENTE

Juan José Agudelo A.

GUIA Nº

1

 

 

 













Señor(a) Padre, Madre, acudiente: su papel es fundamental en la estrategia de "Aprendizaje en casa". Le solicitamos que desde su rol de cuidador realice las siguientes actividades que son básicas

- Verifique que su hijo tiene acceso a la guía (física o virtual). 

- Fije un cronograma de estudio, siguiendo un horario de estudio flexible pero que se realice con disciplina. Cree las condiciones en casa para que el estudio pueda ser efectivo. 

- Verifique que su hijo haga devolución oportuna de las guías (física o virtual). 

- Si es posible haga un acompañamiento de las actividades académicas. 

- Comuníquese respetuosa y oportunamente cuando tenga dificultades, a través del blog o correo electrónico.

- Recuerde que, en el tiempo prudente, recibirá respuesta. 

 

 

 Apreciado estudiante:

Este año escolar los estaré acompañando en el área de CIENCIAS SOCIALES, llamada para el grado décimo. Esta área está formada por las dos asignaturas que son: sociales y política.

El área de CIENCIA SOCIALES tendrá encuentros virtuales, los cuales serán programados por medio de la plataforma meet y de su correo institucional.

Las guías deben de ser realizadas y presentadas según las indicaciones dadas.  Aquellos que no tienen ningún tipo de conectividad lo deben de hacer reclamando las guías según la orientación dada y devolviéndolas terminadas, en la Institución cumpliendo con el horario de entrega y marcándolas correctamente.

Los estudiantes que trabajan en forma virtual, deben de tomar las fotos del trabajo una por una, foto legibles, las hojas de trabajo deben de estar marcadas en la parte superior de cada hoja utilizada con la siguiente información:

 

NOMBRE COMPLETO DEL ESTUDIANTE:

N° DE GUIA:

FECHA DE ENTREGA:

 

Una vez terminado el trabajo, enviar por el correo institucional juanjose.agudelo@benedikta.edu.co

ESTA GUÍA SE DEBE DE ENTREGAR A MAS TARDAR EL 5 DE FEBRERO

 

EN CASO DE NO CUMPLIR CON ESTE REQUERIMIENTO, SE LE REBAJARA POR FALTA DE PUNTUALIDAD Y CUMPLIMIENTO EN LAS INSTRUCCIONES DADAS.

 

ACTIVIDAD DE DIAGNOSTICOS

 

EL ESTADO    

El Estado como concepto histórico

 A pesar de que el Estado es un concepto básico para la ciencia política y el derecho constitucional, como tantas veces sucede en estas ramas del saber, no hay una definición universalmente válida del mismo, ya que son diversas las perspectivas de análisis, y tampoco es siempre coincidente la realidad que se trata de nombrar con ese término. Nos encontramos por ello con la paradoja de que resulta muy difícil ofrecer una definición de Estado en este momento de la exposición y, sin embargo, parece conveniente partir al menos de una idea aproximada de lo que sea la realidad denominada con solo este término, que utilizase por primera vez Maquiavelo en su obra El Príncipe (1513). Así que de momento solo es posible ofrecer un concepto genérico de Estado, que entendería por tal el ente formado por la organización jurídico-política de una población sobre un territorio, mediante la cual se ejerce un poder que, actuando a través de normas jurídicas, dispone del monopolio del uso legítimo de la fuerza. Sin embargo, hay que advertir que esta idea es aplicable a casi cualquier organización política, mientras que el término Estado suele utilizarse para referirse a una concreta forma histórica de organización del poder, como veremos en el siguiente apartado. 

En todo caso, con frecuencia se utiliza la palabra “Estado” para referirse solo a una parte, perspectiva o dimensión de la compleja realidad a la que hace referencia el concepto que acabamos de ofrecer. De ahí que en ocasiones sea más preciso acompañar al sustantivo de un adjetivo. Así, se habla de Estado-ordenamiento, lo que supone entender este concepto como orden jurídico originario e independiente y, en definitiva, vincular Estado y derecho, destacando así la dimensión jurídica del completo en- tramado institucional y organizativo que ejerce el poder sobre una población y un territorio; en cambio, el Estado-aparato alude fundamentalmente a la organización política en sí misma considerada. Pero el mismo Estado-aparato se contrapone a veces al Estado-comunidad, idea que se centra en otro de los elementos, al referirse a la población o sociedad que en un determinado territorio se encuentra sometida al poder. 

LOS ELEMENTOS DEL ESTADO

 En otras lecciones se han analizado las formas de organización política desde la perspectiva histórica, desde las formas pre-estateles al Estado moderno, y posteriormente al Estado constitucional. Ahora corresponde centrarse en el análisis de los elementos del Estado, considerando a este en su sentido concreto e histórico, como la organización política que surge en la Edad Moderna. Es tradicional distinguir tres elementos en el Estado: el poder, la población y el territorio. Y, sin duda, en la propia definición antes apuntada están presentes todos ellos, ya que el Estado es la organización de un poder político que se ejerce sobre una población en un territorio determinado. Pero en realidad estos elementos están de algún modo presentes en toda forma de organización política, de manera que esta idea parece aplicable al concepto amplio de Estado al que antes nos referíamos. Sin embargo, el Estado en sentido estricto —el Estado moderno— posee unos perfiles específicos que lo diferencian netamente de las anteriores formas de organización política. Se trata, por tanto, de buscar la característica especial que permite singularizar los tres elementos mencionados en el Estado moderno. 

 

El poder 

En un sentido preciso, puede entenderse por poder la capacidad de modificar la conducta o la voluntad ajena recurriendo, si es necesario, a la coacción física o psicológica —en un sentido más amplio, pero menos útil a nuestro propósito, poder sería cualquier capacidad de influir en el comportamiento ajeno—. Los fenómenos de poder son amplios en una sociedad; entre ellos nos interesa el poder político, que en un sentido muy amplio sería el que corresponde a la autoridad que gobierna una sociedad.

Sin embargo, es necesaria una idea más concreta y precisa del poder del Estado, porque como ya se ha apuntado, siempre han existido fenómenos de poder y, en particular, siempre ha existido poder político en el sentido visto. Pero el poder del Estado en sentido estricto posee una serie de características esenciales que interesa destacar. En primer lugar, ya se ha apuntado la idea de unidad e independencia de otros poderes. En efecto, el poder estatal surge como poder único frente a la desconcentración de poderes del feudalismo y se independiza del poder de la Iglesia, siendo también distinto al poder económico y a otros poderes sociales. De esta misma nota deriva su superioridad —ya que se impone a todos los demás poderes— y su globalidad pues es aplicable a la totalidad de la sociedad, de forma que toda la población del Estado está sometida al poder político, único total y legítimo. Porque, en efecto, el poder político del Estado puede contar con diversos medios para imponerse, pero la idea esencial predicable del mismo —hasta el punto de que es la que suele utilizarse en su propia definición— es la de que se trata del único poder con posibilidad legítima de emplear la coacción, esto es, posee el monopolio del uso legítimo de la fuerza. Ningún otro poder puede emplear la fuerza para imponerse, o al menos no está legitimado para hacerlo. Por todos estos motivos se dice que el poder del Estado es un poder soberano. 

 

La población 

 Todas las formas de organización política conocidas implican el ejercicio del poder sobre una población determinada. Pero solo con el surgimiento del Estado esta población deja de ser mera- mente la suma de los individuos sobre los que recae el poder, para comenzar a ser un elemento constitutivo del propio Estado. La población es el elemento humano del Estado. Y puede ser objeto de una consideración en cierto modo igualitaria, en la medida en que toda la población está de igual modo sometida a idéntico poder, desapareciendo la estructura feudal piramidal basada en distintos niveles de fidelidad y obediencia. Y no es simplemente una suma de individuos, sino un

“pueblo”, una comunidad que puede ser objeto de consideración unitaria. Los Estados modernos se configuran en su mayor parte como Estados nacionales, en cuya base se encuentra una comunidad política que suele compartir factores históricos, culturales o lingüísticos El concepto de población del Estado, tal y como lo he venido definiendo, posee una clara relación con la idea de “nación”. Líneas arriba apuntaba que los Estados modernos aparecen como Estados nacionales fundados sobre comunidades con cierta historia común. Y la idea de nación existe ya durante la época de las monarquías absolutas, aunque la comunidad humana no aparece como titular del poder político. Sin embargo, la idea contemporánea de nación aparece después: ya he hablado de la nación como titular de la soberanía, concepto que aparece por ejemplo en Sièyes. Y será sobre todo en el siglo XIX, con el auge del Romanticismo, cuando la idea de “nación” cobre fuerza como comunidad unida por factores étnicos, religiosos, culturales o lingüísticos, y que posee voluntad propia. El “principio de las nacionalidades” está presente en esta época en acontecimientos como la unificación alemana o la italiana, así como en el auge de ciertas culturas, lenguas y literaturas “nacionales” como en España: la catalana, gallega o vasca. 

Por ello interesa precisar el concepto de nación y sus relaciones con el de población como elemento del Estado, teniendo en cuenta además que la idea de nación está presente hoy en muchos textos constitucionales. Sin duda, el término nación hace referencia a una comunidad humana que posee una serie de rasgos comunes. Entre estas características propias puede encontrarse la etnia, la religión —aunque en las sociedades actuales la uniformidad de raza o creencias es cada vez menos usual—, la historia, la cultura o el idioma. Sin embargo, limitarse a la constatación de estas características comunes para definir la nación supone acoger un concepto estático que plantea serios problemas en los Estados contemporáneos

 

El territorio 

Al igual que sucede con los restantes elementos del Estado, también podemos decir que el territorio ha estado presente en todas las formas de organización política, ya que constituye un objeto o soporte imprescindible para el ejercicio del poder. Sin embargo, en el Estado moderno la configuración del territorio es diferente. En efecto, anteriormente el territorio se consideraba simplemente como el objeto sobre el que recae el poder, y la relación del poder con el territorio es una relación de propiedad, de alguna manera similar a la que existe en el derecho privado. La definición concreta del territorio de un Estado precisa de ciertos criterios para su delimitación, esto es, para determinar cuáles son los ámbitos geográficos que se en globan en el mismo. Esta cuestión posee particular interés en las relaciones entre Estados, y de ahí que con frecuencia sean normas de derecho internacional público, y en particular convenios bilaterales o multilaterales, los que precisan la delimitación de los territorios.

 

LAS FORMAS DE ESTADO 

 Un aspecto de mayor interés que afecta al territorio es el de su relación con el poder estatal o, dicho de otro modo, el de la distribución territorial del poder. En los primeros Estados modernos, la unidad del poder conlleva la centralización del mismo, de tal manera que estos Estados se configuran como unitarios. Es en la Edad Contemporánea cuando empiezan a encontrarse las actuales formas de Estado compuesto, con lo que ello implica para el concepto clásico de soberanía. Hoy puede encontrarse una variada tipología de formas de Estado desde la perspectiva de la distribución territorial del poder, a algunas de las cuales nos referiremos un poco más adelante.

 

El Estado unitario

 De acuerdo con los criterios que se acaban de exponer, puede entenderse por Estado unitario aquel que posee un solo núcleo de decisión política, un solo centro de poder. De esta forma, solo existe un poder legislativo, un ejecutivo y un judicial, que son los centrales. En su forma más pura o simple, en un Estado unitario existirían solo órganos centrales. Pero esta configuración del poder es prácticamente irrealizable en la actualidad, salvo en Estados de extensión territorial enormemente reducida. Por ello, lo normal es que existan otros órganos de ámbito territorial inferior, tanto dentro de la administración central —órganos periféricos— como de administraciones diferentes dotadas de autonomía administrativa. Por tanto, y según la terminología de las formas de descentralización antes apuntada, seguimos hablando de Estado unitario, aunque exista desconcentración administrativa o autonomía administrativa, pero no cuando existe autonomía política. De esta forma, cabría distinguir entre el Estado unitario simple y el Estado unitario descentralizado, en función de la existencia o no de órganos de ámbito territorial inferior dotados de cierta autonomía administrativa. Y, como puede suponerse en la práctica la mayoría de los Estados unitarios poseen un cierto grado de descentralización. 

Estados complejos 

 Se caracterizarían por tener un orden jurídico integral que regula, a la vez, una jurisdicción federal y otra jurisdicción que es la local, y que es distinta en cada uno de los estados o que puede ser distinta. Por tener a la vez una jurisdicción federal y una local en cada uno de los estados, pero ambas supeditadas a la Constitución federal, son un pacto federal, con autonomía interna en cada una de las partes integrantes de la federación, lo cual significa que las entidades federativas pueden adoptar, incluso, su propio régimen interior y su propia organización interna política y administrativa. 

Estados Confederales 

 Las confederaciones son estados conformados por entidades soberanas y autónomas. El estatus autónomo de estas entidades no puede ser alterado de manera unilateral por el gobierno central, sin existir excepciones. Se diferencia además de la federación, en que la entidad o demarcación confederal posee mayor grado de soberanía e independencia que la federal. A Suiza y al Reino Unido se las suele ubicar en esta categoría.

El Estado federal

El Estado federal es un Estado compuesto de varias entidades autónomas que suelen denominarse también “estados miembros”, junto a un poder central que se denomina federación. Histórica- mente, los primeros Estados federales —Estados Unidos, Suiza, Alemania— también han sido modelo de los demás, se formaron por la unión de varios Estados independientes que con anterioridad habían constituido una confederación. Pero luego, el modelo se extendió y se aplicó también a Estados —México, Brasil, Argentina, Australia...— que no se formaron por la unión de otros Estados; de tal forma que la federación ha actuado a veces como culminación de un proceso de integración, mientras que otras veces ha sido la forma de descentralizar un único Estado.

 

ANALIZO, COMPRENDO Y RESPONDO

1.       Define el concepto de Estado mediante un dibujo y expón sus características  

2.       Establece semejanza y diferencia entre Estado de unitario y Estado complejo

 

 

 

 

 

3.                  Con la siguiente definición elaborar un ensayo de una página de lo que entiendes por el concepto de Estado.

Max Weber, en 1919, define Estado moderno como una

«asociación de dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de un territorio el monopolio de la violencia legítima como medio de dominación y que, con este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de sus dirigentes y ha expropiado a todos los seres humanos que antes disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías supremas»

 

4.                  Representa mediante dibujo los elementos del Estados y sus características

5.                  Cuál de las formas de Estado es el más pertinente para nuestro país, argumenta tu respuesta 

 

 

 

Nombre del estudiante:

Guía #1

Área: Ciencias Sociales

Nivel de desempeño:

Valoración numérica:

Elementos Evaluativos:

Se calificará como un trabajo escrito.

Competencias Conceptuales:

Conceptualizar y reconocer las grandes civilizaciones de la antigüedad

 

Competencias Procedimentales:

Leer e interpretar distintos tipos de fuentes

Competencias actitudinales:

Reconoce y valora los legados a la humanidad realizados por las primeras civilizaciones

Fortalezas y aciertos:

Debilidades:

Desaciertos:

Observaciones:

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario